“SER O NO SER” ... "PIENSO...LUEGO EXISTO"...."YO Y MI CIRCUSTANCIA"

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“SER O NO SER” ... "PIENSO...LUEGO EXISTO" ... 

"YO Y MI CIRCUSTANCIA"

Por: RICARDO LARUG

¿Alguna vez usted se atrevió a interrogarse si personajes de la talla de Messi, Ronaldo, Neymar, Falcao o James se han puesto a reflexionar sobre Nietzsche o Descartes mientras meten o analizan sus famosos goles?. .. o mejor, ¿alguna vez usted  le ha dado por pensar sobre lo qué decían o pensaban Freud, Bandura, Pavlov, Maslow, Weber, Gramsci o Marx acerca de su propia corporalidad mientras tenían relaciones sexuales con su esposa, amante, tinieblo, o mejor amig@?...o incluso qué piensa usted mientras "sucede lo que sucede?".

Si esto es así no habría razón para escribir el presente post, pues para “nadie” es un secreto que los miembros de nuestra peculiar y tropical cultura conocen más del vecino que de sí mismos…valoran más las “masas” ajenas que las propias y sólo perciben sus cuerpos a través de su vanidad o de ciertos placeres físicos o de la misma enfermedad, además de no tener un concepto elaborado sobre su corporalidad que les permita vivenciarla conscientemente y construir proyectos de vida a partir de ella .

En efecto, la conceptualización sobre algo o alguien está estrechamente ligada a la realidad del momento histórico y a sus diversos contextos, incluso a los teóricos o intelectuales del momento o “de moda”. Sin embargo la cuestión es: ¿por qué razón en nuestra cultura el problema de la corporalidad no actúa como un eje central o transversal sobre el cual se piensa la cotidianidad?... si es a partir de ella que se construye la realidad?.

Es una “verdad de a puño” que a nuestros hombres y mujeres poco o nada les interesa el tema, Pero si por casualidad se han atrevido a reflexionar sobre el asunto… ¿en qué momento de sus historias de vida lo hicieron y por qué? … ¿Cuál fue la conclusión de dicha reflexión?, ¿De qué idea partieron y a cuál concepto llegaron?...¿cuáles son las razones para actuar y pensar de la forma en que lo hacen?...¿Será que gran parte de las grandes problemáticas del mundo tienen alguna relación con todo esto, incluido el deporte?.

Son muchos los planteamientos que pueden realizarse al respecto. Hacerlo daría pie para realizar varios proyectos de investigación, lanzar muchas hipótesis, elaborar sendas tesis y libros sobre el tema. Pero lo realmente importante es que Ud como lector también se haya cuestionado sobre dicho asunto y asuma una posición crítica capaz de auto-motivarlo en busca de una respuesta organizada, argumentada y fundamentada que enriquezca sus proyectos y estilos de vida.

Entre el efecto cardumen y la duda: "SER O NO SER”, ésta es la cuestión.

“To be or not to be: that is the question” escribió Shakespeare en la tragedia del príncipe Hamlet(Acto Tercero, escena I, Pág. 406, verso 62) al reflexionar sobre la naturaleza humana a través de las pasiones de los hombres, sus virtudes, sufrimientos, sentimientos y debilidades que los llevan a actuar de la forma en que lo hacen y a determinar su existencia y su vulnerabilidad, especialmente cuando se trata de indiferencia, confusión, indecisión, impotencia y duda.

¿Actuar o inhibirse?. ¿Reflexionar o no recapacitar?. ¿“dejar hacer o dejar pasar”?. He aquí el asunto. Parodiando a Shakespeare se concluiría entonces que “SER” es actuar con conciencia y con convicción pese a las consecuencias, incluso desde el egocentrismo y la tragedia de Hamlet. Y que el “NO SER” es rendirse a la pereza mental, a la ausencia de una verdadera y comprometida reflexión, la misma que caracteriza a los llamados “imaginarios colectivos” enraizado en las “masas populares”.

Todos saben que la corporalidad del hombre desde los saberes populares está relacionado con lo cultural y su sistema lingüístico, es decir: no escapan ni a los diversos contextos donde tratan de cohabitar y subsistir, ni a la “mismísima” realidad del momento histórico que atraviesan. Dichos saberes se basan en prácticas sociales, tradiciones y creencias no científicas pero verbalizadas que terminan por formar conceptos “vulgares” de mucha carga significativa y que subyacen en los “característicos patrones culturales del pueblo llano” en oposición a los conceptos elaborados que Sí esgrimen las élites económicas y académicas dominantes...he aquí el "meollo del problema".

Es decir: el saber del “pueblo llano” depende de su lenguaje, de su cultura, de su realidad inmediata, de sus mitos y tabúes, de su sentido común, de sus reflexiones “a priori”, de las “verdades” mediatizadas o de la información obtenida por vías subjetivas más que de su formación académico-intelectual. Desde allí elabora sus conclusiones, generalizaciones y clasificaciones de la corporalidad propia y ajena, de sus comportamientos y tendencias de actuar y pensar, del sentido social de sus experiencias y de la mutación obligada a la que se someten los sistemas de creencias como resultado del devenir de los acontecimientos personales y colectivos.

Eso deja en claro que los posibles conceptos que se manejan al respecto se hacen dentro de un paradójico “marco racional de lo emocional” tal y como le sucedió a Hamlet o simplemente se adoptan porque sí y punto, porque el sistema así lo ha impuesto, porque el “amiguito” de turno lo dijo o porque los medios de comunicación así lo han hecho creer. Es decir: han sido conceptos que van y vienen sin pensar al mejor estilo del llamado “efecto cardumen” usado para referirse a los comportamientos masivos poco reflexionados que maneja la gran mayoría de individuos, como por ej: el caracterizado por muchos jóvenes a través de las redes sociales y donde los "internautas" van y vienen “al vaivén de las olas virtuales”, de los caprichos de los demás, sin saber por qué o para qué..."Van para donde va Vicente...para"...

Lo imaginario y lo simbólico sobre la corporalidad:

Por ésta razón para tener una visión clara sobre las categorías de análisis introducidas “ el hombre y su corporalidad, y para que nuestros lectores se hagan una idea sobre los posibles conceptos a adoptar o rechazar, es necesario comenzar a introducir definiciones concretas, así como resumidas tesis que argumenten sobre el tema, partiendo del hecho que la palabra "concepto" es aquí entendida como una unidad cognitiva de significado producto de constructos mentales (imágenes e ideas) elaborados para comprender un fenómeno (Wikipedia) con base en las experiencias y conocimientos previos, ya sean de carácter popular o científico.

Es decir, los conceptos aquí abordados sobre el hombre y su corporalidad en los diferentes post que mencionan el tema no sólo han sido el producto de una gran pluralidad de procesos cognitivos como la percepción, la memoria, las experiencias, los aprendizajes y los testimonios, sino el resultado de un sinnúmero de razonamientos (propios o ajenos) a través de la historia y de observaciones controladas, de experimentos científicos, de modelizaciones o de la misma crítica objetiva de diversas fuentes, pero también de sentires y pareceres que –por lo general- engendran opiniones basadas en pre-juicios(forma inmotivada de pensar sobre algo-alguien y sin mayor conocimiento) revestidos de fuertes cargas emocionales que no escapan a los valores morales, éticos, estéticos, sociales, políticos y económicos sobre los cuales una determinada cultura se retroalimenta, se educa y sobrevive, domina o es dominada.

“Palabras más o palabras menos” tales conceptos adquiridos o desarrollados de las formas que hayan sido(juicios personales, investigaciones científicas, reflexiones de tienda, etc) han dado origen a los diversos tipos de saberes y conocimientos (populares y científicos) que hoy forman parte del patrimonio cultural desde el cual entendemos al hombre y su corporalidad. Sin embargo debe tenerse en cuenta que la gran mayoría de estas apreciaciones, ideas y conceptos se han generado --incluso-- en ausencia de reflexión, o por lo menos así parece hacerse evidente con los ya citados “imaginarios colectivos” manejados por las “masas populares”.

Y se acude a los términos “imaginarios colectivos y masas populares” porque es desde éste tipo de discurso relacionado con la Escuela de Frakfurt y la lingüística postmodernista que se hace “entendible y reconocible” el problema planteado sobre la falta de una conciencia crítica que conceptualice sobre el hombre y su corporalidad, aunque para ciertas personas sólo sea una simplista y reduccionista forma de abordar la realidad. La razón: en éstos casos es más rentable la ignorancia. Con base en ella es fácil tener lacayos y seguir reproduciendo un estilo de vida sin mayores razonamientos, conformista y prácticamente “a-corporal”, tal y como lo sugieren ” nuestros” pobres y manipulados sistemas educativo, económico y político, entre otros.

Es sobre dichos “patrones” que tales concepciones se edifican porque con base en ellos la sociedad regula sus comportamientos, costumbres, prácticas, códigos, normas, reglas, estilos de vida, vestimenta, religión, rituales y sistemas de creencias, los cuales estatizan o dinamizan la cultura y sus “subculturas” como ocurre actualmente con aquellas que poseen un fuerte arraigo(valores y antivalores compartidos) relacionado con la identidad simbólica, como por ejemplo con las modas-corporales, tal y como sucede con los hijos de la “cultura del ocio” y que se limitan a ser generadores y consumidores-1A de las sub-industrias del entretenimiento y del “bien-estar” relacionadas con lo estético.

Cabe resaltar que lo “imaginario y lo simbólico” se asume aquí como estructuras del inconsciente, “…nacidas del pensar con imágenes (Lacan y la escuela francesa del psicoanálisis) es decir, lo no lingüístico de la psique…”, razón por la cual el ser humano acude a lo básico desde su “sentido común” en los procesos de construcción de su corporalidad y de su idea de cuerpo, procesos que muchas veces no sólo dependen de “sí mismos” sino de lo que otros piensen sobre nuestra “imagen corporal” y desempeño motriz. http://www.clinicapsi.com/psicoanalisis%20escuela%20francesa.html

La suma de esas formas de pensar-actuar con base en los sentidos comunes, según el psicoanalista francés Cornelius Castoriadis, forman representaciones mentales llamadas “imaginarios sociales o conciencia colectiva(cosmovisión, ideología)” que hoy se acuñan con los términos de “imaginarios colectivos o populares y que dependiendo del alcance de sus significados sirven para generar cambios o estaticidad social. http://www.fundanin.org/acastoriadis.htm

Es de ésta forma que la llamada “cultura de masas” consigue fabricar -a gran escala- ideas y sueños, sentidos comunes y conceptos desde los cuales el hombre se asume así mismo y crea sus “estilos personales de vida”, pero subordinados a un sistema económico, político y cultural específico que sugieren una estandarización de los comportamientos y formas de pensar. Por ello es que a las clases medias se les conoce como “el colchón” de las economías de consumo, y a sus mujeres como las más fieles exponentes de dichos sistemas. Sin embargo a éstas últimas se les debe reconocer que poseen mayores niveles de consciencia corporal que la demostrada por los hombres, la cuestión es que la expresan más desde lo estético y lo emocional en “desmedro” de lo intelectual y fisiológico.

Dicha realidad también provoca que las personas intelectualmente menos favorecidas tengan comportamientos más gregarios y serviles, siguiendo ciegamente las ideas e iniciativas ajenas como sucede en el “efecto cardumen”, partiendo de creencias que no solamente socaban sus conceptos, ideales y valores sino sus actos, lo cual refuerza –aún más- las diferencias y las desigualdades.

Desde la teoría del “perspectivismo” de Ortega y Gaseeth por ejemplo, la realidad anteriormente descrita concuerda con cierta parte de su “vieja” idea del “hombre-masa”, término usado para referirse a aquel tipo de persona “…que cree bastarse con lo básico de sus conocimientos y aunque se preocupa por su “bien-estar” psicofísico es insolidario con las causas que lo provocan. Se trata del hombre que copia y consume todo lo que los medios de comunicación le sugieren. Es cierto que cada sujeto tiene su propia forma de acceder a la realidad, su propia verdad, que puede ser incluso contradictoria con la de los demás, pero para Ortega y Gasseth esto se traduce en la frase «Yo soy yo y mi circunstancia», postura que se forma desde lo colectivo. Es decir: el hombre de hoy depende de la masa, del contexto circundante, del rumor de turno y de las propuestas mediatizadas para asumirse y adoptar uno u otro estilo de vida. http://filosofia.laguia2000.com/filosofia-contemporanea/el-hombre-masa-segun-ortega-y-gasset.

El ya citado “efecto cardumen” ejemplifica “descaradamente” ésta realidad porque identifica los comportamientos masivos poco reflexionados pero caprichosamente adoptados por las mayorías. Comportamientos que por lo general tienen “origen desconocido” pero que forman ideas y conceptos desde los cuales la gente del común vive sus días.

Algunos hijos de la generación Web y del submundo de las redes sociales, son un “botón para la muestra”. Ellos cultivan una tendenciosa moda y representan una subcultura muy ligada a la internet desde la cual postean sus fotos y “votan” por ellas según su apariencia física y belleza estética, a la mejor manera del “efebo Narciso” de la mitología griega, sin proponerse razonar el por qué de tal comportamiento y que no deja de confundirse con su falta de identidad y crisis juvenil. Para muchos de ellos pensar en lo corporal es solamente posible con base en lo digital y virtual, realidad que deja al descubierto que -incluso-- los hijos de las generaciones más informadas tampoco tienen un conocimiento sólido sobre el tema expuesto, una epistemología del concepto cuerpo y corporalidad, una teoría del conocimiento sobre sí mismos y su motricidad desde las diversas circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que lleven a su obtención de criterios que justifiquen o invaliden los mismos. http://www.telefonica.net/web2/elcodigo/tribus/index.htm.


Por: Ricardo Larug.